Tal día como ayer, el 15 de marzo de 1939, tuvo lugar uno de los acontecimientos más tristes de la historia de la República Eslovaca: el parlamento eslovaco acepta la dimisión del primer ministro, Karol Sidor, y se proclama el estado fascista eslovaco, teóricamente independiente, en la práctica bajo la égida de Hitler. Como primer ministro fue elegido un cura católico de ideología fascista, Josef Tiso.
Para conmemorar tal acontecimiento, el día de ayer hubo numerosas manifestaciones por todo el país. Al final de la manifestación en Bratislava, Marián Kotleba, ex-líder de la asociación fascista Hermandad Eslovaca (Slovenská Pospolitosť) prohibida hace unos meses, fue detenido por la policía. Después se desalojó a los nazis de la plaza frente al Palacio Presidencial. La manifestación nazi fue en principio autorizada pero finalmente antes las numerosas protestas de asociaciones de ciudadanos se decidió no permitirla.
En varias ciudades se celebraron manifestaciones para protestar contra los grupos de extrema derecha.
Muchos han resaltado que el primer ministro es hipócrita al mostrar ahora mano dura contra algunos de estos grupos, cuando en realidad el SNS (Partido Nacional Eslovaco, ultranacionalistas), es miembro del gobierno de coaliciáon.
Un hecho lamentable, es que en los últimos años, en el país ha crecido la violencia de los grupos nazis o contra las minorías, especialmente los húngaros, o contra extranjeros residentes en el país. Y varias asociaciones han protestado por la pasividad de la policía en muchos casos.
Fuentes: prensa eslovaca – Pravda, Sme, Új Szó (periódico de la minoría húngara de Eslovaquia)